Triunfo por la mínima del Juventud en un partido marcado por la igualdad en el que lo más lógico hubiera sido el empate inicial, dado que apenas hubo fútbol sobre el Joaquín González. Partido soso y aburrido para el espectador entre dos equipos que dominaron, por decir algo, un tiempo cada uno.
Saltaron ambos conjuntos con dos propuestas muy diferentes, los locales bien pertrechados atrás esperando salir a la contra y el conjunto visitante, con una fuerte presión en la línea de medios, lo que les concedió un cierto dominio territorial durante esa primera mitad en la que, a excepción de un par de llegadas por la banda izquierda, el Juventud apenas se acercó a la meta visitante.
Era el cuadro del canal el que llevaba la iniciativa, pero su dominio no se tradujo en ocasiones claras de gol y su peligro se limitó a balones colgados sobre las áreas, casi todos a balón parado, rematados con escaso éxito. Así, sin pena ni gloria, pero sobre todo sin ocasiones, terminó en tablas una primera mitad de dominio infructuoso del conjunto visitante.
El comienzo de la segunda pareció seguir el mismo guion, pero un contraataque naranja a los 5 minutos, que terminó fuera por muy poco, en la mejor ocasión del encuentro, cambió por completo el panorama.
Los locales apretaron un poco el acelerador y estiraron algo sus líneas, tampoco demasiado, mientras que el Montecarlo cedió en la presión en el centro del campo y comenzó a perder el esférico con demasiada premura.
Esto significó que ahora eran los locales los que ejercían un cierto dominio en el encuentro, aunque de nuevo carente de profundidad y sólo recompensado en un aumento de los saques de esquina. Y como no podía ser de otra manera, en un partido sin llegadas, sin ocasiones, sería a balón parado como llegaría el gol de la victoria local, a la salida de un córner muy bien ejecutado desde la izquierda de la meta rojilla y previa clara falta al guardameta visitante, el balón acabaría siendo introducido en la red por un jugador del Juventud a falta de 10 minutos para el final.
Lo intentó el conjunto de torrero, pero la falta de ideas y la buena defensa local impidieron la remontada.
Victoria pírrica del Juventud, reflejo del juego de ambos conjuntos que deberán mostrar algo más en los partidos venideros si aspiran a estar metidos entre los mejores de la competición.
La puyita de alasan: Tras un primer tiempo digno ante un rival que sólo pensaba en defenderse en la segunda mitad el equipo mostró una cara muy diferente dejando muchas dudas en su juego.
En la primera mitad se contuvo muy bien al rival, se recuperó rápido el balón, pero faltó frescura en los metros finales y una mayor participación desde atrás en apoyo de nuestros delanteros. Se dominó pero no se generó ni una sola jugada de peligro real sobre la meta rival.
En la segunda mitad el equipo se desdibujó por completo, las líneas comenzaron a separarse de manera muy alarmante, partiendo al equipo en 2, algo que se ha repetido ya en alguna ocasión, el cansancio, las pérdidas de balón continuas y muy rápidas, jugadores fuera de sitio, excesivo individualismo en algunas acciones; todo esto aupó al rival, que tampoco hizo mucho, pero sobre todo produjo un cambio de tendencia que llevó a tener que soportar varias jugadas a balón parado, donde sufrimos en exceso y así llegó el gol.
Entiendo que llegue el cansancio a ciertos jugadores y se produzcan cambios, lo que no entiendo tanto porque esos cambios no se orientan a fortalecer la línea que comenzó a ofrecer signos de cansancio, el centro del campo; quedó debilitada la zona de adelante sin mejorar la medular, máxime cuando había jugadores en el terreno de juego con capacidad para volver a dar el empuje que el equipo necesitaba, allí donde el rival se hizo fuerte. Los sistemas tienen que ser flexibles y adaptarse a las circunstancias de cada partido y a los jugadores que en cada momento están disponibles.
Tomar nota y pasar página debe ser la consigna, trabajo y esfuerzo debe ser el camino para enderezar el rumbo; queda por delante mucha competición y este equipo está más que capacitado para alcanzar grandes logros.