Victoria sin brillo la cosechada por la U.D. Montecarlo este sábado frente al Tauste, en un partido en el que los de torrero, a pesar de dominar por completo el partido, no lograron trenzar un buen juego, frente a un rival que demostró ser un equipo con muy pocos recursos.
Pronto comenzó con su dominio el equipo local que se hizo con la pelota desde el pitido inicial, llegando con soltura hasta las inmediaciones del área rival; así llegó el primer aviso serio en un mano a mano con el portero que salió fuera, pero que sería el preludio de la jugada del primer gol local, cuando a los 17 minutos, un gran pase en profundidad le sirve al delantero centro rojillo para superar al meta del Tauste. Eran buenos minutos de los locales que parecían dispuestos a darse una alegría frente a un inofensivo rival que apenas salía de su campo. Una nueva ocasión minutos más tarde pudo significar el segundo gol local, pero de nuevo se vio que este equipo anda reñido con el gol.
Así fueron transcurriendo los minutos hasta que cerca de la media hora de juego, en la única salida del Tauste en esta primera mitad, llegó un centro desde la izquierda de su ataque y un defensor local se introdujo el esférico en propia meta al intentar despejarlo, poniendo las tablas en el marcador. La respuesta del Montecarlo no se hizo esperar y tan sólo un par de minutos más tarde trenzaría una buena jugada que culminó su delantero estableciendo el 2-1. Continuó con su dominio el cuadro local, pero ya carente de la frescura de los primeros minutos y con la ventaja en el marcador se alcanzó el descanso.
La segunda mitad fue un simulacro de partido de fútbol, con un equipo local dominador pero sin claridad ni ideas y sobre todo sin acierto ante la meta rival, ya que a pesar de no desplegar un gran juego si contó con otras 2 claras ocasiones de gol que no acertó a convertir, frente a un C.D. Tauste que se defendía de manera ordenada pero que no daba señales de poder igualar la contienda, pese a disponer de un lanzamiento que tocó el larguero local en el lanzamiento de una falta.
El partido finalizó con el resultado ya mencionado y el cuadro local se alzó con los 3 puntos en un flojo partido en el que tampoco tuvo que exigirse al máximo, demostrando una vez más que baja su ritmo en este tipo de partidos. Pese a todo, la jornada resultó propicia para los de torrero y se está demostrando una vez más, que la segundas vueltas suelen ser más complicadas para todos, lo que añade un plus de emoción a lo que resta de campeonato, sobre todo en la lucha por el podio en la clasificación y por determinar los 3 equipos que perderán la categoría esta temporada.
La puyita de alasan: No remamos todos en la misma dirección, mientras la mayor parte del equipo intentan desarrollar un juego de conjunto, algún jugador insiste una y otra vez en hacer la guerra por su cuenta, lo que provoca una ingente pérdidas de balón, de ocasiones posibles y los más importante, genera nerviosismo y desazón en el juego del resto del equipo.
Pecamos de poca salida desde atrás, nos quemó el balón demasiado pronto y poco a poco perdimos la confianza en nuestro juego. La desgraciada jugada del gol en contra pudo influir, pero no es menos cierto que jugamos con demasiadas distancias entre líneas con demasiados jugadores en tareas ofensivas y que no se ofrecían lo suficiente en el inicio del juego.
Estamos en la fase decisiva del campeonato donde todo lo que hemos hecho hasta ahora carecerá de recompensa si no insistimos en el trabajo colectivo y en aplicar lo que venimos entrenando. Tenemos bajas y el físico empieza a resentirse en algunos jugadores; es ahora cuando la plantilla cobra mayor importancia y el tener a todos los jugadores motivados de cara al final del campeonato es fundamental, por lo que debemos esforzarnos en cuidar los detalles que no conducen a ello.
Respondió el conjunto local con un gran centro al que no logró rematar con claridad un delantero con todo a favor, y al filo del descanso, un centro desde la derecha es aprovechado por un jugador rojillo, tras un rechace en corto de la defensa visitante, para establecer de disparo cruzado el 1-0. Sin hacer un buen juego el Montecarlo se había sido superior a su rival, se había puesto por delante y había generado 2 o 3 claras ocasiones para incrementar el marcador.
Fueron pasando los minutos sin que ninguno de los dos contendientes se impusiera sobre el terreno de juego, y cuando parecía que el partido estaba abocado a terminar en empate, un balón robado en la medular y perfectamente lanzado sobre la banda derecha del ataque rojillo, terminó en el 1-2 definitivo con un lanzamiento raso que batió al meta local. Los pocos minutos que restaban fueron insuficientes para que el conjunto de la Camisera volviera a inquietar la meta de los del canal, que de nuevo mostraron una gran solidez defensiva.
La puyita de alasan: No acompañaba ni el día ni el rival para poder desarrollar un buen fútbol; pese a todo, nos faltó serenidad para dar ese último pase que nos hubiera permitido crear más ocasiones de peligro. Lucha, entrega y esfuerzo no faltaron y eso también es fútbol. 
El último cuarto de hora sirvió para equilibrar el juego y fue el cuadro local el que tuvo la mejor ocasión en un gran pase en profundidad, rematado por un delantero local y despejado in extremis con el meta visitante ya superado. Con el empate inicial llegaríamos al descanso, con la sensación de un primer tiempo equilibrado.
Buscó a partir de ese momento el Montecarlo la victoria con más ahínco que su rival, apelando a su papel de favorito y a falta de juego brillante, echó el resto, poniendo toda la carne en el asador; fueron varias las llegadas, sobre todo por la banda izquierda, pero el peligro se diluía en los metros finales, hasta que en el minuto 74, de nuevo en una jugada por la izquierda y tras rechazar la defensa, el balón lo recogió un jugador local que enganchó un fuerte disparo con la izquierda que se coló en la meta visitante. Con el marcador en contra aún lo intentó el Giner pero ya no pudo superar a la defensa local.
Se consigue la victoria por fe y por carácter, no por juego; apelamos demasiado pronto a la heroica. Esta vez salió cara y se ha conseguido el objetivo de alzarnos a la segunda posición, pero no debemos olvidar que sólo con carácter y por las bravas no se consigue siempre la victoria.
Llegamos al último tramo de la competición, allí donde se tiene que ver reflejado el trabajo de toda la temporada y lo hacemos con el "derbi de torrero", un clásico muy especial para los amantes de las emociones fuertes. Nos visita el C.D. Giner, un rival que en este tipo de partidos siempre resulta dificil y complicado, por lo que habrá que poner toda la carne en el asador si queremos sacar el partido adelante. Los chicos están bien y seguro que, con el fiel apoyo de su afición, harán lo imposible por alzarse con la victoria. Será el sábado en el José Luis Violeta a partir de las 17:15 horas y allí os espero.
Esta vez sí que la diferencia en la clasificación se vio claramente reflejada sobre el terreno de juego, en el que los chicos de la U.D. Montecarlo superaron por completo al Caspe, que no se acercó ni una sola vez con peligro a la meta de los del canal y solo la ya constante falta de acierto de cara al gol, impidió que los de torrero se alzaran con una victoria mucho más holgada.
A los 10 minutos un cabezazo que salió rozando el larguero, minutos más tarde una buena jugada por el centro termina siendo rechazada en una gran intervención del portero local, golpeando en el poste derecho de la meta azulona. Sobre el minuto 20 el colegiado, que realizó una más que notable labor a lo largo del encuentro, anuló un gol a los visitantes al ser el único que vio fuera de juego al saque de una falta desde la derecha. De nuevo en una gran jugada llevada desde la derecha culmina en un centro rematado desde la frontal estrellándose el esférico en el larguero del Caspe, para terminar con un lanzamiento al filo del descanso, que salió rozando el palo izquierdo de la meta local. En resumen, 5 o 6 clarísimas ocasiones de gol, y seguro que me dejo alguna, que deberían haber dado ventaja en el marcador al conjunto de torrero, pero que la falta de acierto, la mala suerte, la buena labor del portero y la defensa local y un error puntual del colegiado hicieron que se llegase al descanso con el empate inicial, a pesar del buen juego y la superioridad mostrada por el cuadro del canal.
Salió de nuevo dominador el Montecarlo y ahora sí, a los 5 minutos, a la salida de un córner, un certero remate de cabeza puso el más que justo 0-1 en el marcador. Se esperaba la reacción del cuadro local pero este seguía cerrado atrás impotente ante el dominio visitante, lo cual hizo que el partido se calmase y los rojillos comenzaron a ejercer un fútbol control que hizo que las ocasiones desaparecieran en la segunda mitad. Así fueron pasando los minutos mientras la grada animaba una reacción del equipo local que no se produjo ante la superioridad de los de Zaragoza capital. Ni una sola jugada de cierto peligro llevó el Caspe en todo el encuentro, muestra de la superioridad de los visitantes que ofrecieron un monólogo de juego, alzándose con una justa y merecida victoria.
Se demostró que este equipo tiene que crecer desde el control del centro del campo; se controló completamente y eso significó que la posesión del balón fuera casi exclusiva de los nuestros, lo cual ayuda a la tranquilidad defensiva y ofrece más soluciones en la fase ofensiva. Y lo más importante, se hizo con los miembros de esta plantilla que demostraron calidad y capacidad suficiente como para confiar ciegamente en ellos.
